COSAS DE LA VIDA MENTAL O COMO AGARRAR LAS ESTRELLAS
“No te hemos hecho, ni de cielo ni de tierra,
ni mortal ni inmortal, con libre albedrío y honor,
hacedor y modelador de ti mismo, para que te
hagas y adoptes la figura que prefieras.
Obtendrás el poder del juicio de tu alma
de renacer a formas más elevadas”.
Dios a Adán.
Oración sobre la dignidad del hombre
Pico della Mirandola
LA PERSISTENCIA
Suele suceder, que la mayoría de las personas comienzan por hacer algo, en lo que han pensado, que pueden hacer. Ponen manos a la obra y apenas encuentran alguna dificultad, por pequeña que sea, abandonan el proyecto.
Comienzan otro proyecto, que vuelven a dejar, con otra dificultad. Comienza así, lo que se ha llamado a través de los tiempos, un círculo vicioso. Pocas son las personas que concluyen lo que han comenzado a realizar.
Ocurre con mucha frecuencia en el campo de los artesanos o técnicos, a quienes les mandamos hacer algo mediante un contrato de obra, que tardan demasiado tiempo en concluirla; a veces porque reciben o se encargan de más trabajo del que pueden hacer y a veces por flojera, especialmente si se les ha pagado el trabajo, ya que lo han gastado y no hay ilusión de recibir numerario.
De este problema para la víctima no escapa casi ninguna ocupación. Los herreros, los carpinteros, los sastres, los albañiles, los pintores y en general quienes hacen trabajo por encargo, sufren de la enfermedad del retardo. No dan recibo claro y evidente de la recepción del dinero y eluden el cumplimiento de las obligaciones.
Es necesaria la intervención de las autoridades, quienes solicitan el contrato, que al no haberlo, la víctima cae en cuenta del fraude o de la estafa. Excepciones hay o debe haberlas, toda regla tiene su excepción, pero las mismas se cuentan con los dedos de la mano y sobran dedos.
La persistencia del interesado o interesada, ya con la experiencia del dinero perdido, busca otra persona que le haga el trabajo y entonces solicita recibo y condiciones para la entrega de dinero y materiales. La vigilancia ahora es constante y el reclamo no se hace esperar. De tanto ir el cántaro al agua, la obra queda terminada.
Luego, la misma persona propietaria le hace arreglos y va perfeccionándola hasta que la construcción es buena y se nota el número, peso, medida, color, belleza y utilidad.
Que fue lo que hizo que la obra terminara? La persistencia del dueño. Es la misma perseverancia y el que persevera vence. O mejor dicho: La perseverancia vence lo que la dicha no alcanza.
Con la persistencia nos mantenemos firmes en la acción que ejecutamos, en la actitud que tomamos o en la opinión que damos. No se nos puede variar porque hemos actuado correctamente y por más que analizamos o sintetizamos, llegamos a la conclusión, de que habiendo actuado de buena fe, no podemos variar. Seguimos luchando hasta encontrar el final, que debe concordar con lo soñado en la fase inicial.
Muchas personas dicen que van a adelgazar, que el lunes comenzarán dieta, pero llega el lunes y la dieta se pospone comiendo chocolate, queso rallado, mantequilla, mayonesa, refrescos y ensaladas de aguacate, batatas y papas. La persistencia se deja atrás y más puede la falta de voluntad, debiendo ocurrir en algunos casos a especialistas, que cobran por sus servicios, los cuales pudiéramos evitar con una simple consulta en sanidad.
La persistencia es llamada en Occidente “Fuerza de Voluntad”. Se pueden hacer ejercicios mentales para llegar a tener fuerza de voluntad. Si se le ordena a la mente que obedezca, ella le obedecerá. En la misma oración, al ponernos en comunicación con Dios, le está diciendo a la mente el camino a seguir. De allí la reflexión, la meditación, de tanto uso en casi todas las sociedades. Persistencia, perseverancia y fuerza de voluntad vienen a ser sinónimos, que utilizamos para la mente, dan fuerza al organismo físico para ejecutar lo planificado, y llegar a puerto seguro, sin remordimientos o sobrecargas, que nos hagan deponer actitudes y dar vuelta atrás, con tiempo perdido y muchas de las veces con desánimo, y hasta con desesperación.
La falta de persistencia en la educación en Venezuela y en general en Latinoamérica, se debe, no a la falta de escuelas o medios de comunicación que ayuden en el aprendizaje, sino a factores sociales apremiantes, a deficiencias técnicas, y a las mismas condiciones de aislamiento en que viven muchos niños. Notamos que el campo se va convirtiendo en ciudad, con carreteras, luz eléctrica, teléfono y comunicación rápida con las autoridades, que ya no hay mucha diferencia entre el campo y la ciudad y la educación ha ido aumentando, sin embargo la deserción escolar por años y por etapas está presente, porque el número de jóvenes que se inscriben en las universidades, no es el mismo número de niños que se inscribieron en la escuela primaria doce años atrás.
Hay aquí una falta de perseverancia, en los padres en primer lugar y de los alumnos en el segundo lugar. En el nivel secundario la deserción, la repitencia, y el bajo rendimiento son todavía mayores que en la primaria; fue tanta la falta de perseverancia en la educación, que llegó el momento de darle estudio especial a esa masa retrasada que fueron centenares de estudiantes los que se inscribieron en las llamadas misiones para continuar estudios.
La combinación de ayuda económica, política y educativa de estas misiones llenaron las aulas, el problema se centró entonces en la falta de profesores y maestros con capacidad andragógica, cultural y humana especializada, para llegar al corazón de estas masas, pero el análisis y la síntesis está por verse.
Los tiempos están muy recientes para ver claramente sus resultados, pero la historia lo dirá. Las listas de los inscritos, comparada con los graduados al final en una carrera, dirá la perseverancia, la insistencia y la persistencia de estos venezolanos, en el deseo de agarrar las estrellas, el conocimiento y próximamente la conciencia.
La constancia es la virtud por la que todas las demás dan su fruto (Arturo Graf). El lugar de la persistencia en el mundo es único; está sobre el talento; sobre la genialidad; sobre la educación; porque la persistencia es grande y omnipotente. La persistencia es clave para el desarrollo de uno mismo, ya que nunca, jamás, por nada ni por nadie, podemos darnos por vencidos.
LAS CREENCIAS
Creíamos a pié juntillas que dejarle el diente de leche guardado en el zapato, al ratoncito que no veíamos, era fuente segura de obtener algún dinero, por poco que llegara; en la mañana buscábamos y efectivamente allí estaba la plata, aunque fuera de níquel.
Los regalos que nos traían los reyes magos, parecían fascinantes, porque habían venido en camellos y entrado por la ventana. ¡Que grande!. Cuando San Nicolás entraba por la chimenea de la cocina, preguntábamos a nuestra madre ¿Se llenaron de tizne sus ropas? Y ella contestaba que no o simplemente eludía la pregunta.
Existe otro tipo de creencias tales como a) Si se me seca la ropa encima es malísimo para el cuerpo y me dará gripe, tos o pulmonía; b) si me mojo con brisa de arco (lluvia cuando hay arcoiris) es peligroso para la salud; c) cuando recibo el año debo tener dinero en la mano, para que el próximo sea próspero. Son, pues generalizaciones que nos hacemos de nosotros mismos, de otras personas o del mundo que nos rodea.
Casi todas nuestras actividades o actos están ya programados por creencias y se rigen por las normas mentales que se han creado fuertemente en nuestra imaginación, normas de las cuales no es fácil desprendernos porque las utilizamos inconscientemente en forma directa, sin raciocinio y sin lógica.
Por ejemplo si una persona cree que el bebedizo de piña es bueno para los riñones, difícilmente dejará de tomarlo y buscará a todo trance la fruta, no por su carnaza, sino por su concha. Si un hombre cree que puede hacer algo nuevo, mejorar las cosas que ha hecho o aparecer ante los demás con mayor autoridad, es probable que así sea, con el mínimo esfuerzo lo consigue; pero si cree que no lo puede hacer, entonces nada creará, las cosas seguirán como están (inmovilismo) y su apariencia seguirá igual.
El estancamiento proviene de la creencia de no poder hacer algo para mejorar. Las creencias son una determinación de conseguirlo todo o no encontrar nada, ya que lo que creemos es verdadero porque nos adherimos a ello con la mayor conformidad y sentimiento, así no esté demostrado o comprobado, pero lo creemos.
Casi todas estas creencias ejemplificadas las hemos cambiado a lo largo de la vida, cuando hemos descubierto la inconsistencia tanto de las partes, como del todo.
Sin embargo el hecho de haberlas cambiado, extinguido o dejado atrás, no significa que no hayamos asido o agarrado; las hemos tomado de nuevo, fuertemente, firmemente, con nuevos paradigmas que influyen en nuestra mente, la cual actúa sobre el cuerpo, ordenándole ejecutar lo fáctico de la creencia modificada, para llevarla a cabo.
Las creencias actúan como profecías que se cumplen por ellas mismas y por eso tienen notable tendencia a volverse verdaderas. Cuando cambiamos una creencia cambiamos parte del comportamiento, pero no sucede al revés.
Si cambiamos el comportamiento generalmente seguimos con la creencia; es poco probable que cambie algo, pues no hemos trastocado el fondo del asunto. Hay personas que creen que regar las matas todos los días las puede dañar y esto puede ser verdad, si el agua que les echamos es bastante y mejor sería regarlas día por medio o cada dos días; pero el problema está en copiar la creencia y decir que si nos bañamos todos los días nos podemos enfermar, cuando el baño desde el punto de vista de la higiene, es necesario día a día como si fuera una contabilidad.
Las creencias útiles nos permiten utilizar las herramientas, las destrezas y las habilidades al máximo, para resolver los problemas, que se nos van presentando en el vivir diario; sin embargo las creencias cargadas de inutilidad nos limitan innecesariamente enredándonos más y más en el laberinto de la incapacidad. En consecuencia, todas las creencias tienen sus efectos positivos o negativos como toda causa inicial.
En Venezuela la creencia de que éramos hábiles para el baseball, nos ha dado grandes peloteros tales como Carrasquel, Aparicio, Johan Santana; este último condecorado en el exterior, en Miraflores y en Tovar (Mérida) en fecha reciente. Pero la creencia de que éramos pesados para el football, nos ha retrasado en ir a un mundial, cuando pudiéramos seguir el ejemplo de Ecuador, Costa Rica, Trinidad o Jamaica. Nos decimos y nos repetimos que tenemos que eliminarnos con Brasil y que es imposible ganarle al Brasil, pero mientras lo sigamos creyendo, será imposible; el día que lo dejemos de creer, le ganaremos.
Por eso hemos oído decir y hasta se ha escrito en la prensa venezolana, que la preparación al equipo de la Vino Tinto se está haciendo más desde el punto de vista psicológico, que del físico, aunque éste último es también esencial.
Podemos preguntarnos ¿Acaso los planetas sirven para algo? La creencia general es lo inmediato, que tan solo el planeta tierra nos sirve para algo, porque es la base de sustentación, pero que los demás no sirven, porque poco conocemos de ellos. Todos los planetas sirven para algo porque están allí, de lo contrario no estarían, es el contexto universal, el sistema planetario y tienen que servir para el ecosistema intergaláctico o al menos para poder imaginar la guerra de las galaxias. Otra pregunta ¿Si leo aprovecho algo? La mayoría de la gente cree que no aprovecha, porque esa mayoría no lee. Se hacen campañas para que la gente lea y sin embargo no dan resultados.
Las pequeñas bibliotecas con libros en la sala de las casas, lo son de adorno y muy poco de utilidad. Pero si leo algo, claro que me aprovecha espiritualmente, pues la lectura e igualmente la escritura, han sido y son fuente de progreso y alimentación espiritual.
Los adelantos de los pueblos, sus costumbres, ritmos, rutinas y rituales, cultura en general, los conocemos gracias a los mapas, escritos, restos que nos han dejado. Por lo tanto limpiar los sistemas de creencias personales constituye la parte central de todo programa de crecimiento, desarrollo o desenvolvimiento personal. “Las cosas que deseéis cuando creéis, creed que las recibís y las tendréis” (Evangelio) Creer que las recibís, no es axioma sino teorema. Las más arraigadas en la persona humana, son las creencias religiosas y políticas, de las cuales se puede sacar a una persona con mucho trabajo de convencimiento y cambio.
El imaginario popular ha constituido en todas las culturas fuente de creencias en las que algunas divinidades y criaturas tienen en común su aspecto peculiar y a veces una apariencia tenebrosa o monstruosa. La Quimera, el ave fénix, el centauro, el minotauro, Pegaso, las gorgonas, las harpías, ninfas y sirenas acuáticas, tritón, la hidra, los dragones, el cerbero, horus, apis, la esfinge, la serpiente emplumada, el basilisco, hadas, enanos, gigantes, ogros, yeti del Himalaya, el monstruo de Loch Ness, los unicornios, los demonios, Satán, Belzebú, lucifer, seres de otras razas, los mutantes, el gato antropomórfico, ET, el humanoide, el vampiro, sátiros, titanes, la llorona, el silvon, el corre caminos y muchos más, están presentes en mitos, leyendas, cuentos y visiones; invaden el subconsciente colectivo a través de los relatos y enigmas que son una maravilla para las mentes creadoras, especialmente el cine y la televisión, la literatura, la pintura y escultura y hasta para mantener a los niños alejados del peligro y mantener igualmente la fantasía familiar o comunal, con sus apariciones y desapariciones de la faz de la tierra y de la mente.
EL ENFOQUE
Cuando tratamos de conocer y comprender las cualidades y circunstancias de un asunto, a través de los principios y elementos que lo forman, en su totalidad, estamos haciendo enfoque. No es un trabajo sencillo y rápido, que nos da una conclusión, porque de esta manera sería errónea, por no decir falsa tal aseveración.
Tampoco es una lectura veloz o por encima, ni dar una opinión. Es analizar el todo siguiendo parte por parte, es estudiar mediante el conocimiento y la comprensión las cualidades y elementos que forman el asunto tratado, para luego examinar los principios que permitieron llegar a tal punto, buscando la causa y dando por conocido el efecto.
Generalmente en el enfoque vamos de lo complejo a lo simple, como en el método deductivo que se va de lo general a lo particular. No se aceptan especulaciones, por lo que debe basarse en la realidad, apartando lo mitológico, lo especulativo, lo metafísico, lo heroico, lo emblemático, lo utópico y lo legendario.
Es posible, si es necesario, seguir el dicho según el cual lo real supera a lo ficticio. Solo así el enfoque no se caerá con la primera tempestad, porque estará construido sobre pruebas y en roca sólida. Un enfoque de esta naturaleza podrá ser leído y desmenuzado por especialistas, expertos, técnicos, profesionales, profesores, maestros, y por cualquier representante del conocimiento humano, inclusive periodistas, que son los más críticos, y no tendrá desajustes ni por defecto ni por exceso.
El enfoque sirve, pues, para encontrar las disciplinas que estamos buscando, entre ellas el crecimiento personal, mediante un análisis, estudio y examen de nosotros mismos, de las personas que nos rodean y del ambiente en el cual nos desenvolvemos y realizamos todos los actos de nuestra existencia.
Nos servirá para desarrollar modelos mentales, especialmente la imaginación, que es más importante que el saber (Einstein), para tener una visión de nuestra familia, de nuestra comunidad, de la Nación, del Estado, del Municipio y en general del mundo con todos sus pormenores, lugares y tiempos.
Nos permite hacer y desarrollar un trabajo en equipo, mancomunado y solidario, conociendo que nadie tiene la totalidad de la sabiduría, sino que está viene de la reunión de mucha gente, de muchas voluntades, cuando esa reunión es para sumar o multiplicar y no para restar o dividir. E igualmente para llegar a precisar los diversos sistemas integradores en relación al tema y utilizando los diversos medios de información y comunicación que modernamente existen, tales como la radio, la prensa, la televisión, Internet, etc.
El enfoque es pues, un informe completo de teoremas y no de axiomas, del todo, tomando en cuenta cada una de sus partes, de principios y de principiados, de causas y de efectos, para llegar a una conclusión exacta o al menos aproximada a la exactitud, verdadera, por más que la verdad duela.
Un enfoque de tal naturaleza nos permite superar todo problema, es una ayuda que nos señala la solución, porque nos define con precisión la naturaleza del mismo y nos hace pasar de un estado insatisfactorio inicial a un estado satisfactorio final, mediante el uso de destrezas, habilidades y herramientas, venciendo obstáculos y circunstancias que nos ha señalado el mismo enfoque.
El principal de los enfoques, en todas las sociedades, es el lenguaje, el cual nos llega con la biología corporal a través de los órganos fonadores (boca, labios, lengua, glotis, paladar, laringe, pulmones y estómago) y a través del cerebro con la cultura, para saber hablar y poder coordinar las ideas. El lenguaje es lo máximo en materia de enfoque y a través de su estudio, análisis y examen nos podemos comunicar con todos los pueblos de la tierra.
La traducción de una lengua a otra sería un enfoque particular de lo que es el enfoque general. En el enfoque llevamos la luz con una linterna y aclaramos lo recóndito, lo que no se ve, lo que está oscuro. Es colocar el foco prendido en aquello que no hemos descifrado o escudriñado, para hacerlo evidente a los ojos de la humanidad y transmitir su imagen a un plano consciente, donde no haya tachaduras, ni enmendaduras, borrones o manchas.
Así podemos saber, conocer y comprender lo que necesitamos para convivir todos juntos, para subir en la escala de valores, fortaleciendo los propósitos fundamentales de la vida y formar en nuestro propio patio, el destino que nos ha de acompañar.
También podemos comprender que debemos ayudar al prójimo, en cumplimiento de lo que está escrito “amarás al prójimo como a ti mismo”. En estas circunstancias, quien sabe realizar un enfoque, tomando cualquier tema por modelo, si no es graduado es un autodidacta, y si es graduado es un especialista.
El enfoque por tanto requiere de una programación de contenidos pequeños, de contenidos medianos y de contenidos grandes, con curiosidad, inspiración, innovación, creatividad, deducción, capacidad, imaginación y organización, donde se pueda señalar el camino seguido y sacar las conclusiones lo mas exactas posibles para conocimiento nuestro y de los demás, que nos sirva para dilucidar situaciones apremiantes, llevándolas con facilidad a un feliz desenlace.
El enfoque así realizado, puede ser sostenido ante pocos o muchos, por ser consecuencia de la realidad, de la verdad y no de la ficción o de la mentira. Pudiera decirse que el enfoque es un pensamiento crítico que puede llevar al diálogo, mediante un intercambio, conocidas como sean sus conclusiones y lograr negociaciones válidas en cualquier campo de la vida, llegando a la suma de voluntades, tan difícil de lograr y que en definitiva se llama acuerdo, el cual es posible gracias al enfoque realizado, evidente y útil.
EL COMPROMISO
Es el deber o la obligación consigo mismo, con los demás o con el entorno. Desde el primer punto de vista (deber u obligación consigo mismo) consiste en un ajuste del entorno, de la conducta y de las creencias para tener contacto con la propia realidad, a fin de obtener capacidad y visionar una mejora continua del desarrollo personal, hasta la consecución del crecimiento integral.
Esto se logra mediante pactos, convenios o acuerdos con nosotros mismos, generalmente a través de cláusulas escritas que firmamos y las colocamos en lugar visible de nuestra habitación; sin comprometernos o implicarnos en metas imposibles, como tocar el sol con un dedo; buscar en el fondo del mar tesoros escondidos (necesitaríamos mucha tecnología); o traer huevos del ave fénix de las cumbres de las montañas.
Estas aventuras las dejamos para los especialistas y para la literatura en cualquiera de sus manifestaciones. Pero nuestras metas han de ser cambiar la forma de resolver problemas, interpretar el mundo, buscar nuestra propia felicidad, contar historias y cuentos, almacenar información que nos pueda ser útil; dejar de fumar, hacer dieta alimenticia, caminar una hora diaria, escribir cartas y llevarlas al correo, aprender a cocinar, ahorrar dinero y muchas más, que sean asequibles a nuestro pensamiento y actuación. Decimos que son sencillas, pero a veces resultan difíciles, por ello, debemos hacer un plan de acción el cual tenemos que cumplir, porque la voluntad puede quebrarse.
Personas existen que para dejar de fumar anuncian a todas sus amistades, que el lunes siguiente dejarán de hacerlo. El domingo anterior a la ejecución se preparan con actividades propias en borrar hábitos adlátere como no tener fósforos a la vista, botar el yesquero, comprar frutas y agua mineral y hasta obtener una mascota para entretenimiento. Salir a caminar al campo, donde no haya bodegas o abastos que vendan cigarros, es muy conveniente; tomar baños cada cinco minutos y tomar agua en cantidad, apacigua la ansiedad por fumar.
Quien se compromete consigo mismo y cumple, está buscando ser el hombre o la mujer más grande del mundo, porque quien se vence a sí mismo, para cambiar su mentalidad o corregirla, es la persona más valiosa de la humanidad. Si se vence una vez, se seguirá venciendo hasta dominar la impaciencia y trocarla por paciencia y tolerancia que consisten en la fragmentación de la frustración y su eliminación.
Quien consigue por sí mismo paciencia y tolerancia, está a punto de entrar en el reino de los cielos, que es un alto y superior nivel de entretenimiento, al cual llegamos por la comprensión y debemos recordar que un hombre o una mujer no son lo que parecen ser, sino lo que comprenden a través de alianzas metódicas, como el análisis y la síntesis, o a través de alianzas estratégicas como el crear confianza y credibilidad de los demás hacia su persona. Quien merece confianza de su prójimo y es creíble, es persona de autoridad e influencia. Es la persona buscada con la linterna de Diógenes.
El segundo punto de vista del compromiso es la obligación o deber para con los demás. Si el candidato a líder, lo es para dirigir gente, ella se merece un gran emprendedor que de el ejemplo de pundonor y valentía, de visión y pasión por su grupo y por sobre todas las cosas, que conozca bien el camino y sepa hacia donde va.
El mundo se aparta para dar paso al hombre que sabe a donde se dirige. Sólo así el líder podrá presionar a su gente, a su grupo, para que lleguen a ser tan buenos como él. Esto requiere que ese dirigente, emprendedor o líder, busque tener autoridad e influencia, que a su vez requieren servicio y sacrificio, no por sentir amor hacia los demás en el sentido tradicional del amor sexual, sino del amor ágape, que es el servicio hacía el prójimo, como en el ejemplo del buen samaritano. Que tenga lealtad, espíritu de equipo y respeto a la dignidad de los integrantes grupales. Sólo así la organización, el líder y sus integrantes, obtendrán la fuerza necesaria para el avance y el progreso.
Todo está inmerso en no querer cambiar al mundo como toda persona desea y sueña, sino en cambiarse a si mismo, para influir en el cambio del grupo y de la organización, a la cual se pertenece. Inclusive en el ejemplo de los enamorados, que creen estarlo para toda la vida, el compromiso matrimonial debe llegar hasta más allá de los tres años, pues a esta fecha el amor sexual puede haberse enfriado y queda el deber de mantener el matrimonio con respeto, lealtad y dignidad, ya que de lo contrario, el perverso remedio del divorcio se hará presente en contradicción con el símbolo de la sociedad, en la cual la familia es la célula fundamental.
Mantener el amor ágape, el compromiso y el esfuerzo por los demás, suena a mucho trabajo, pero estas condiciones son las que apuntamos cuando queremos ser líderes. Aquel que quiera ser primero, debe antes aprender a servir, dice el Evangelio.
Si hemos anotado el liderazgo como meta, debemos aprenderlo y cumplirlo; unir esfuerzos con la información; no dejar para mañana las cosas que podemos y debemos hacer hoy; tener fe en el ejercicio de ese liderazgo en un pacto o acuerdo con los demás para llevarlos con buen recaudo a excelente destino.
Ejecutar las acciones compromisorias con nobleza, humildad y paciencia; sabiendo que los demás son el prójimo; conociendo concientemente que después que nos eligieron su líder, no podemos dejarlos embarcados, solos y sin dirección, que es donde nace el sacrificio y haciendo honor a la palabra empeñada que es el propio espíritu inmerso en la actividad mutua dirigente-dirigido, administrador-administrado, líder-grupo.
En cuanto al entorno el compromiso debe ser con la naturaleza en primer lugar, ya que en nuestro todo el mundo se sirve de ella pero nadie la respeta, se cortan los árboles, se produce basura a montones, se enrarece el ambiente, se contamina el aire y en general se realizan actividades negativas y no positivas. Luego, mejorar el entorno personal y grupal, para trabajar a gusto sin que se nos olvide que al mirar un árbol, no se puede dejar de mirar el bosque.
PENSAMIENTO POSITIVO
El que vacila pierde. EL que tiene dudas es ambiguo. El que tiene metas específicas es un triunfador. La vacilación y la duda, pertenecen al lado negativo de la personalidad. La meta específica pertenece al lado positivo de la misma. Por lo tanto está prohibido vacilar o dudar cuando debemos atrevernos a las metas fijadas para alcanzar el éxito.
La actuación franca, directa, sin titubeos para despejar el camino y llegar, se basa o se fundamenta en una acción pensada, es decir, en un pensamiento o idea de carácter positivo y jamás en una maraña selvática llena de redes, que se llaman serpientes.
Por ende el pensamiento positivo es claro, diáfano, conveniente y útil por contraposición al negativo que es oscuro, enredado perjudicial y de ninguna utilidad.
Para fijarnos metas alcanzables debemos aprovechar al máximo lo que tenemos a la mano, para no fijarnos en imposibles. Supongamos que estamos en una guerra y frente al enemigo. No vamos a pedir permiso para ir a buscar las armas porque de antemano estaríamos derrotados y muertos.
Tendremos que usar lo disponible, lo que está a nuestro alcance rápida y eficázmente para la lucha. Otra cosa es pedir refuerzos aéreos, marinos o terrestres. Para eso tenemos las comunicaciones.
Lo único valedero y verdadero es lo que tenemos a la mano, frente a nuestros sentidos. Aun en estos casos podemos hacer cosas fuera de lo común, porque el espíritu, en aprietos, se multiplica. Ya sabemos que al hombre y los animales no debemos acorralarlos porque se revelan y se vienen contra nosotros. No es con lamentos, quejidos y quejas como podemos conseguir tener un pensamiento positivo, porque éste se obtiene sin negativismo y sin saltos al vació.
Por eso, las cosas fuera de lo común, las conseguiremos con grandeza, nobleza y perfectibilidad, pero con claridad de pensamiento y tratando siempre de vivir honestamente, no dañar a nadie y dar a cada cual lo que le corresponde (TRIA PRECEPTA IURIS). Busquemos siempre oportunidades, en el fracaso, en la derrota, en la mala situación, que las encontraremos.
En materia de pensamiento positivo debemos recordar dos ejemplos. El primero consiste en el medio vaso de agua. Los positivistas o positivos dirán que está medio lleno; pero los negativitas o negativos dirán que está medio vacío. Y el segundo consiste en un cartelito que colocan en algunas empresas, talleres mecánicos, bodegas, sastrerías, etc. Que dice “Aquí trabajamos duro, no venga a sembrar cizaña”. Es decir, no venga con ridiculeces que todas son negativas y en nada beneficia.
Una de las grandezas del pensamiento positivo es que nos permite sortear paredes, cercas, muros y construir puentes, para pasar nosotros y todo aquel que dice “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. No importa si estamos angustiados, primero vencemos la angustia y luego abrimos caminos para ponernos a andar, porque ya lo dijo el poeta: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Al andar encontraremos mucha gente y le diremos que bello día, que bonito sol, que bonitas nubes, que esplendoroso paisaje y aun cuando no tengamos la jerarquía del místico y dulce Francisco de Asís, llamaremos a las plantas hermanas plantas y a los animales hermanos animales.
En esta forma estaremos adoptando la actividad de la felicidad, que aunque la llevamos internamente se nos sale radiante por la cara y por la mirada y con ello ¡seremos!, porque el ¡no seremos! no debe existir.
Si encontramos algún desanimado, expliquémosle el tema del pensamiento positivo, al menos podrá recordar alguna vez y entrará en la búsqueda de cómo obtenerlo y conseguir la felicidad. No nos dirijamos a nada ni a nadie con malas palabras, pues ellas son el reflejo de nuestro espíritu, si es que no son el espíritu mismo (Lazarus y Steindhal).
El diccionario tiene miles de palabras elegantes y muy pocas desaguisadas; tomemos las primeras y eliminemos las segundas que nos retratan en la comunidad a los ojos de los demás. Hablemos y actuemos con fe, que nos dará seguridad. Debemos reír en vez de llorar y practiquemos la regla de oro en el sentido de no hacerle a nadie lo que no queremos que nos hagan a nosotros.
PUEDO HACERLO
Frase compuesta de dos palabras verbales que contienen el fondo del poder y la forma de hacer. Poder y hacer se unen en forma mágica lingüística para expresar lo más grande de la persona y de la naturaleza. Simbiosis extraordinaria, grande, determinante. No existe algo mas contraproducente, que decir no puedo hacerlo.
No debemos ofrecernos para realizar aquellas cosas para las cuales no estamos capacitados, o sobre lo que no tenemos ninguna experiencia, pero negarse todo el tiempo es lo máximo de la flojera, de la negligencia y de la dejadez.
Por el contrario el puedo hacerlo es una meta que nos lleva hasta los últimos rincones de la tierra, para satisfacer necesidades propias o ajenas, resolver problemas y practicar ayuda a quienes lo soliciten. Significa que la mente esta dirigida hacia las realizaciones, producciones y materialización de situaciones, que parecen imposibles, pero con el puedo hacerlo comenzamos su solución.
Si mantenemos la expectativa de poder hacer las cosas, la mente se alineará en ese pensamiento y las cosas se harán. Pasaremos las dificultades, tomaremos las oportunidades, afianzaremos las fortalezas y atacaremos las amenazas.
Las dificultades son para vencerlas y por grandes que sean, siempre encontraremos la manera de sortearlas, de esquivarlas y vencerlas. Ninguna dificultad es lo suficientemente grande para vencer a un hombre, con excepción de la muerte, porque de todas las cosas y caídas podemos levantarnos, menos del golpe que da la urna con nuestros despojos en el fondo de la fosa (Ortega y Gasset).
Las oportunidades debemos identificarlas observando a donde nadie ve, engrandecerlas y remozarlas, porque hay tres cosas que no tienen vuelta atrás que son: la flecha disparada, la palabra dicha y la oportunidad perdida (Confucio).
Las fortalezas siempre existen a nuestro lado. Los sueños, las ilusiones, el deseo, la voluntad, la mente, el pensamiento, el sentimiento, apuntar lejos, ser bondadoso, defender a los débiles, hacer buenas obras, trabajar arduamente, ser disciplinado, paciencia, afectividad, humildad y muchas más.
Son fortalezas sobre las cuales debemos afianzarnos y afianzarlas a su vez, para que no se nos disipen y nos hagan creer y tener fe de que si podemos hacer cuanto queramos.
Y las amenazas debemos atacarlas con las armas de nuestra conciencia hasta vencerlas.
El desaliento, el temor, el desengaño, descorazonamiento, el desmayo y la desmoralización son algunas amenazas que nos apartan del camino de la realización y nos llevan hasta el no puedo. Esto es lo que hacía pensar a muchos Latinoamericanos y específicamente a muchos venezolanos, sembrar dos palos con tres metros de distancia, guindar una hamaca y echarse a dormir todo el tiempo.
Pero afortunadamente estamos cambiando y aprendiendo a eliminar las amenazas para redimir las fortalezas y estructurar el sí puedo hacerlo. Ya vemos y notamos empresas florecientes, propias de la innovación y creatividad de estos países, donde se comienza a realizar en profundidad el pensamiento divergente y el pensamiento critico con el consecuente movimiento de la población hacia el propio bienestar.
Al menos se han identificado los problemas del agua potable, de la alimentación, de la educación, la expectativa de vida, la atención a los niños y se ha logrado ir resolviéndolos, en parte, porque hemos entendido que las funciones propias son las que valen y no la copia de soluciones de países nórdicos adelantados, porque tenemos características propias, bien estructuradas y definidas.
Hemos estudiado, leído, escrito, atendido, memorizado y comprendido que los estándares imposibles no existen, que debemos mantener al menos la expectativa en nosotros mismos para poder en tiempos no lejanos maximizar la satisfacción de las necesidades, convirtiendo el bienestar en compromiso de todos.
Ya estamos procesando de alguna manera las materias primas Latinoamericanas, no en su totalidad, pero en gran parte empresas mexicanas (PEMEX) y Brasileras (SECOM) nos indican que si podemos hacerlo; que si podemos llegar a producir nuestro cemento, nuestro calzado, nuestro alimento.
Hemos tenido grandes escritores; Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri, García Márquez, Ciro Alegría, Borges, Jorge Amado, Monterroso y cientos mas que nos indicaron la era del conocimiento Latinoamericano como maestros que son o fueron. Estudiémoslos más, con más conciencia para reafirmar que si podemos hacer las cosas, apartando las dificultades, que en la mayoría de los casos, son de tipo mental.
IR CONTRA LA CORRIENTE
Las primeras civilizaciones conocidas fueron la Egipcia y la Mesopotámica, pero contra ellas se alzaron los griegos y los persas, porque no estaban conformes con sus directrices, su cultura, su idioma, en general con la estructura social de estos pueblos.
Nacieron así nuevas civilizaciones que a la postre, también serían cambiadas, porque el hombre siempre ha tratado de ir contra la corriente para crear novedades, lo que significa que desde sus orígenes hasta la actualidad, ha entendido lo que es la creatividad y la innovación, que a su vez salen de los pensamientos divergentes y críticos, no siguiendo las normas establecidas, sino buscando otros que se les anteponen para aplicarlos en forma distinta y diferente.
Así fuimos de la imprenta a la pólvora, de los pequeños a los grandes viajes, de la aldea a la metrópoli., de la ciudad–estado a los imperios, de la alquimia a la química, de las geometría euclidiana a la diferencial moderna, de la aritmética a la ley de los grandes números y el cálculo infinitesimal, del estudio a la aplicación, del análisis y síntesis a los elementos, a causa– efecto, y a naturifacto–constructo. Porque el hombre fue contra la corriente, buscando los estados deseados a partir de la situación existente.
Por supuesto, no ha sido en masa esta movilización, sino a través de emprendedores, líderes y gerentes que visualizaron la forma y la encontraron, de cambiar las cosas y presentarlas de una manera completamente nueva.
Para ello buscó y almacenó la información requerida, formó equipos, repartió el trabajo, invento las operaciones físicas, químicas, matemáticas y utilizó el mayor de los enfoques que es el lenguaje, tanto para descifrar las situaciones como para transmitirlas a las generaciones que le sucedieron. Hasta en el mapa político se dijo muchas veces: “nuevos hombres, nuevos procedimientos”, como alguna vez se dijo en Venezuela, nuevas acciones, nuevos métodos, nuevos moldes para ir cambiando el procedimiento y hacer las mismas cosas, pero de una manera nueva que contenga número, peso, medida, altura, anchura y grosor.
Fuimos trasladados desde la primera dimensión a la tercera y desde la primera ola a la quinta, de la primera disciplina también a la quinta disciplina y a los cuatro jinetes del Apocalipsis se le ha agregado un quinto jinete que puede acabar el mundo, representado por las dioxinas, que contaminando el ambiente, puede eliminar las respiración del genero humano.
Se habla incluso de la quinta paila para representar el infierno y de la quinta esencia para expresar el extracto que contiene elementos esenciales de algunas plantas, e incluso para expresar los elementos y las energías que transmiten los alimentos. Vale decir que el hombre nunca ha estado conforme con las situaciones existentes, siempre ha ido contra la corriente y aunque hemos avanzado en cosas buenas, también han crecido las cosas malas.
El alcoholismo, la droga, la prostitución no han podido ser eliminados; la pobreza a pesar de la riqueza de las naciones, tampoco. El agua potable se ha producido en gran cantidad, pero aun falta. El avance de las cosas desastrosas para el espíritu ha llevado a su vez al hombre a querer hablar de negociación, de acuerdos, para sobrevivir.
Hemos visto cómo en la última conflagración bélica entre Israel y el Líbano, las naciones unidas tomaron acuerdos para el cese al fuego. Las eras de la agricultura, de la industria y del conocimiento se han sumado para que el hombre vaya contra la corriente, buscando la conciencia que representará una nueva era llamada así.
El genero humano transformará el amplio conocimiento adquirido, en verdaderos acuerdos, a través de la negociación efectiva que ahora se ha comenzado a estudiar y practicar, pero falta tiempo aún, pues la confianza y la credibilidad como alianzas estratégicas, no están desarrolladas del todo y creemos que el hombre puede ir contra la corriente de la ola actual, en búsqueda precisamente, de la era de la conciencia.
SER UNO MISMO
Casi nunca nos conocemos a nosotros mismos y esto hace que actuemos con ambigüedad, por intereses creados, por ignorancia y hasta de mala fe.
Para llegar a ser nosotros mismos es necesario saber cuales son los ingredientes tanto de la personalidad en general, como de la particular. Es decir, llegar a tener conocimientos y comprensión de las facultades psíquicas del individuo. Tales serian las facultades racionales o de las razón; las percepciones que se realizan a través de los sentidos y entonces habrían cinco tipos de percepciones; las ideas o facultades mentales; los ámbitos o costumbres corporales y las reacciones emotivas condicionadas entre clientes y cuerpo.
Todas estas facultades psíquicas interactúan mutuamente, pero podemos observar que constantemente se relacionan a su vez, con el aprendizaje y la cultura.
La personalidad tiene contenido o componentes y organización o formas de relación para llegar a determinados niveles. Los fines conscientes específicos que el individuo se señala a si mismo, serían los componentes y las maneras de actuar, las formas.
Por eso existen las personas importantes que son apreciadas en todas colectividad; los que tienen poder potestad o mando; las personas productivas y las minorías especiales como los menores, entredichos, vagos, delincuentes y quienes no ejercen la ciudadanía por auto exclusión.
En cuanto a los niveles de la personalidad encontraríamos los introvertidos, extrovertidos, megalomaníacos, paranoides, etc. La personalidad también podemos descomponerla en carácter y temperamento. El carácter consiste en la emotividad que es el grado de intensidad con el cual los hechos que vivimos o realizamos afectan nuestro espíritu; actividad, que consiste en la capacidad de reflexión para modificar las cosas o ratificarlas y por ultimo repercusión en el campo de la conciencia, que es el tiempo que nos duran las emociones.
Si guardamos poco tiempo somos primarios: si por mucho tiempo secundario, de tal manera que un emotivo, activo y primario daría un carácter nervioso y un emotivo activo y secundario daría un carácter sentimental. Si estudiamos caracterología y llegamos a comprendernos, podemos actuar mejor y conseguir ser nosotros mismos. Por supuesto que requiere paciencia, esfuerzo y trabajo. (Simón Bolívar).
Tenemos que precisar que nuestros hijos son como son y no como quisiéramos que fueran, porque ellos tienen su propia personalidad y tratan también de ser ellos mismos.
Lo que podemos hacer es ayudarles en la orientación de sus tendencias y no de conocerlos ni arreglarlos numéricamente. Y el temperamento viene a ser el aspecto físico, la robustez, el desarrollo, la constitución particular de cada uno, el predominio fisiológico de un sistema orgánico (nervioso, sanguíneo) o de un humor (bilis, linfa).
Ser uno mismo significa, pues, además de conocernos a nosotros mismos, la maduración de nuestra personalidad, la cual debe contener rasgos tales como la objetividad, la autonomía, la capacidad de amar, el sentido de la responsabilidad, trabajar productivamente, visión amplia, sentido ético de la vida, capacidad de reflexión, sentido del humor, armonía sexual y amistades profundas (capacidad para tenerlas y conservarlas) manejo emocional, criterio, seguridad, metas en la vida, libertad y manejo de la frustración.
La persona puede buscar cual de estos rasgos tiene y de cuales carece para un estudio generalizado y llegar a cumplir el “ser uno mismo”. Si no logra precisar e identificar estos rasgos es conveniente buscar ayuda de los especialistas que le den el pronóstico y diagnostico, tratamiento y ejecución, acordes a la consulta, ya que todos sabemos que la consulta es un método de resolución de problemas. Debemos destacar en cuanto a la objetividad que debemos vernos interior y exteriormente; que somos únicos e irrepetibles (excepción con la clonación); que somos inacabados e inacabables; que somos finitos porque tenemos limitaciones en el saber y el tener y mucho mas en el dar; y que somos contingentes porque aparecemos y desaparecemos, al igual que muchos asteroides, estrellas y planetas (plutón por ejemplo).
En cuanto a la visión apuntar objetivos, unir esfuerzos, no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, tener fe en nosotros mismos, evaluar siempre a través de encuestas y retroalimentación interna para ver donde estamos y en cuanto al manejo de la frustración, tener capacidad para esperar, que es la paciencia, una de las característica fundamentales de los líderes, de los emprendedores y de los gerentes y en general de los hombres de bien. Solo así podremos llegar al “conócete a ti mismo” y comportarnos sabiendo y comprendiendo que el ser uno mismo, es la propia semejanza divina.
HACER QUE LAS COSAS SUCEDAN
El hombre y la mujer están dotados de todas las características necesarias para hacer que las cosas sucedan; vale decir, para prever el futuro, formar el destino y visualizar lo que ocurrirá, materializando los acontecimientos para su bienestar.
Normalmente las personas imprevisivas, que gastan todo lo que ganan, que no piensan en el porvenir, que creen que pueden gastar hoy porque mañana ganan dinero, llegan a los sesenta y cinco años de edad, sin ninguna estabilidad económica y entonces se ven obligados a montarse en el autobús de la mendicidad; los mantienen sus familiares o simplemente los vemos a las puertas de instituciones donde ocurre gran cantidad de gente, especialmente los bancos, las plazas públicas.
No buscaron en su adultez un seguro social, un seguro privado o simplemente los medios de obtener una pensión a través del alquiler de alguna casa familiar o localidad comercial.
Existen países donde el Estado se ocupa de esta circunstancia, pero en Latinoamérica todavía se está a la expectativa.
Esto indica que nuestra población no está preparada para prever el futuro, formar el destino y visualizar lo que ocurrirá y todo se deja a la buena de Dios. Pero existe un adagio popular que señala “ayúdate que yo te ayudaré”, y se le atribuye a la palabra divina tal locución, lo que significa que el hombre y la mujer fueron dotados de libre albedrío, pensamiento, voluntad, mente, espíritu y alma, no para tenerlos sino para usarlos y buscar la propia imagen de conseguir el bienestar en días venideros; si no lo hacemos así, es porque no sabemos hacerlo, y por lo tanto no existe la generalización de la costumbre en la práctica de esta situación. ¿Cómo, entonces, podemos materializar el hacer que las cosas sucedan para el bienestar y no para el malestar?.
En primer lugar debemos tener una actitud mental correcta, que nos haga creer en nosotros mismos, sin miedo ni temor, que nos señale el camino para saber lo que queremos y hacia donde vamos, actuar con inteligencia, descubrir los principios o metas esenciales, convencernos de los fines útiles y necesarios y permitirnos visualizar los acontecimientos futuros y situarnos en ese escenario.
Si la actitud mental es correcta aparecerá la lógica, las ayudas, aparecerán las personas para abrirnos el camino, la ruta o el rumbo, porque el mundo se aparta para dar paso al hombre que sabe a donde va, a donde se dirige.
En tercer lugar, ayudar a la gente para que la gente nos ayude a conseguir las metas y los principios esenciales. Debemos aprender a dar competencias a los demás, explicando la asignación, las circunstancias de tiempo, modo y lugar, pidiendo información cada cuanto tiempo y evaluando todo con paciencia y afectividad, honradez y responsabilidad, sin apuros ni contratiempos, corrigiendo lo que haya que corregir y a su vez aprendiendo de los demás, por aquello de que nadie nace aprendido.
Esta relación mutua respetuosa, simbiosis de pensamiento entre personas, es una sumatoria en el tema de ayudar a la gente, para que la gente nos ayude en las metas y principios esenciales.
En cuarto lugar debe venir todo lo que los gerentes conocen hasta el dedillo. Planificación, información, organización y ejecución. Con estos cuatro ingredientes evitamos ser veletas que lleva el viento en todas direcciones. Fue lo que señaló Cristo al decir generación torcida porque va en direcciones opuestas y en consecuencia no llega a ninguna parte o llega muy mal y por último aplicar con el carácter lo que estamos haciendo y especialmente las cosas futuras; ya lo dijo el Libertador Simón Bolívar que sin energía no resplandece el mérito.
Si seguimos el rumbo (marítimo) el camino (terrestre) o la ruta (aérea) trazados, sin variar ni un ápice, haremos que las cosas sucedan tal como las planificamos en nuestro bienestar futuro.
En segundo lugar debemos cultivar habilidades para desenvolver técnicas que nos permitan aprender a resolver problemas, a tener un pensamiento divergente o crítico, manejar equipos de alta tecnología, ser técnicos, estar ocupados mediante esas habilidades aprendidas y descartar de una vez por todas la ignorancia, el desconocimiento, la abulia, el desánimo y todas las circunstancias que nos hagan perder el tiempo.
Pulirnos mediante el aprendizaje de una profesión o de un oficio que nos da seguridad, claridad y temple. Incluso podemos aprender a manejar otras personas, aplicando la técnica del coaching que utilizan los entrenadores de equipos deportivos para triunfar en las competencias, dejando que cada quien actué libremente, pero entrenándolos en los aspectos psicológicos y físicos con anterioridad.
No puede el coach del equipo obligar a sus pupilos hacer esto o aquello, simplemente lo entrena para que actúe bien y lo mejor posible. La libertad de acción permite una sincronización de equipo, que generalmente lleva al triunfo. Cuando hemos visto mundiales de football, vemos en la radio, en la televisión y en la prensa que la importancia de estos entrenadores es crucial, pero son eso, entrenadores y no dictadores, porque en esta última hipótesis el equipo se convertirá en oxidado e inamovible con la consecuente derrota.
LO PRIMERO, PRIMERO
La palabra primero viene del latín primarius. Es en las partes de la oración un adjetivo y se utiliza para indicar personas o cosas que preceden a las de su misma especie en orden, tiempo, lugar, situación clase o jerarquía.
Podemos usar también el adjetivo primario que sería principal o primero en orden o grado y también se estructuran muchas frases y oraciones, escritos y discursos con la palabra primer, que viene siendo un apocope de primero.
El adjetivo primero o primer tiene muchos sinónimos; así encontramos inicial, anterior, primitivo, primordial, primicial, preliminar, inaugural, naciente, sobresaliente, superior, iniciativo, germinal, elemental, primogénito. Lo contrapuesto a primero es secundario, posterior, después, ultimo.
En materia de desarrollo personal se dice lo primero, primero, refiriéndose no a las personas, sino a las cosas. La actividad que debemos desarrollar en aquellas situaciones que tenemos qué hacer y entonces es necesario jerarquizarlas, ordenarlas, para colocarlas en el tiempo o en el lugar antes que las demás. Es decir, conocer y saber que las cosas graves y urgentes no se hacen esperar y hay que resolverlas, debemos colocarlas en el número uno de resolución, para evitar grandes problemas.
Existen cosas que pueden esperar, pero hay otras que no; si conocemos la jerarquía y el orden podemos hacer una lista de actividades que tenemos que hacer y colocar los números del uno al diez (1-2-3-4-5-6-7-8-9-10). En el número uno colocaremos la más grave y urgente de todas y así vamos decreciendo hasta llegar al número diez, que si bien es necesario hacerla, no es tan grave ni urgente, como las otras nueve.
Si por algún supuesto se ha caído o han tumbado la puerta de entrada de la casa y existen otras necesidades o problemas, el señalado debe ocupar el número uno, porque es tan urgente y de tanta gravedad que si no arreglamos la puerta, hasta la vida corre riesgo y peligro. Buscar el herrero para que la pegue y estabilice, es de primera necesidad. Se dice en el Eclesiastés que por la pereza se cae la techumbre y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
Esto sucede a menudo porque la pereza está contraindicada con la acción y cuando hay pereza no hay gravedad, ni utilidad, ni orden, ni jerarquía.
La consecuencia es que se cae la techumbre, y cuando hay flojera de las manos para tapar las goteras con anime y brea, si es zinc, o con una nueva teja, o con cemento, o una nueva lámina, la consecuencia es que se llueve más, adentro que afuera.
La pereza y la flojera son necedad y el trabajo fatiga a los necios, quienes únicamente multiplican las palabras, pero no trabajan. Yo hago de todo, es decir, soy toero y así no se tienen habilidades para ordenar el tiempo y el espacio y darle jerarquía y clase a las cosas, de tal manera que para los toeros no hay primero ni último, sino como vengan las cosas. No hay planificación, información, organización ni ejecución, no hay alfa ni omega, no hay “a” ni “z” sino que l,m,n,o,s, son iguales y en la numeración el 6,7,8,4,o 3 son iguales al 1 ó al 10. Si tomamos en cuenta las notas de la escuela o del liceo o de la universidad, esa puntuación de 20 vale más que el uno, porque el convencionalismo educativo tradicional atribuye al 20 mayor suma de conocimientos.
Sin embargo, en la filosofía el uno significa la unidad, lo excelente, lo sobresaliente, lo superior, contrariamente a los demás números que significan varias cosas, varias dimensiones, varias direcciones, varias actuaciones, diversidad, enredo, maraña, sin determinación, como sucede con la unidad, por eso se dice: “en la unidad está la fuerza”; “unidos jamás seremos vencidos”, etc.
Podemos hablar de causa primera, la creación, lo originario, lo auténtico, el comienzo, el principio, podemos decir la primera intención es la que vale, podemos decir el primer espada, que es el más entrenado en el arte de las armas y podemos decir primeras letras que es por donde comienza todo el mundo.
También hablamos de nuestros primeros padres Adán y Eva y oímos decir el “primer ministro” para referirse en la política a la persona que manda en determinado régimen de gobierno.
El estudio, análisis y examen de las cosas primeras, de las actuaciones primeras que debemos hacer, nos permitirán resolver satisfactoriamente los problemas y vivir tranquilos, sin nervios y felices.
Nunca debemos dejar para mañana las cosas que podemos hacer hoy. Mañana puede ser tarde, pueden cambiar las condiciones de resolución y pueden igualmente desaparecer. Hoy en día el conocimiento llega y pasa muy veloz, de tal forma que debemos actuar con prontitud y eficacia. Recordemos que un pequeño detalle que observamos hoy, puede ser un gran problema en el futuro.
Este tema se relaciona también con el dicho popular según el cual el tiempo perdido los santos lo lloran. El tiempo no vuelve y las horas, minutos o segundos que no se utilizaron no se podrán utilizar; quedaron en el vacío. Luego vienen las quejas y remordimientos, pero ya no hay remedio. Debemos, todavía, en Latinoamérica, usar el sistema de mantenimiento y no de sustitución, como lo hacen en los países adelantados, industrializados o del primer mundo. El sistema del mantenimiento nos permite reparar las cosas, pero debemos hacerlas a tiempo y sin demoras. El cuidado que se ponga en las normas del mantenimiento de las cosas, nos ayudarán en el ahorro, a los fines de la seguridad económica en el futuro.
En cuanto a la educación, primero es la inicial, luego la primaria, después la secundaria y por último la universidad y especializada, ya que hacerlo al revés sería ir al fracaso de inmediato. Se requiere el bagaje de conocimientos para cubrir las diversas etapas, pero lo primero en materia educativa es la educación inicial. En la educación de adultos es necesario enseñarles igualmente lo primero, sin comenzar por el final, pues de esta manera estaremos dándoles lógica y consistencia a los conocimientos enseñados y aprendidos y el educando saldrá consciente de su situación y de qué capacidad tiene. Semejante es la alimentación que debe ser primero el desayuno, luego el almuerzo y por último la cena, ya que hacerlo al revés sería alterar el orden de los factores y cuando esto sucede el mismo procedimiento trastoca el resultado.
SUMA DE PENSAMIENTOS
Tenemos por lo menos 20.000 percepciones visuales o de energía lumínica al día; unas 20.000 más de percepciones auditivas que se reciben a través de energía acústica o de ondas sonoras; mas 10.000 percepciones por el tacto que se reciben a través de energía mecánica; unas 10.000 percepciones por el olfato que recibimos por medio de energía química transportada por el aire y unas 5.000 percepciones gustativas por medio de energía química igualmente.
Las percepciones entran por los aparatos sensoriales: los ojos, los oídos, la piel, la nariz y la boca y se les denomina estructuras de acceso, porque por medio de ellos accedemos al mundo. Todas estas energías recibidas le abren paso y llegan al cerebro a través de las células receptoras.
El entorno nos suministra toda la información que requerimos para la experimentación de información y conocimiento previo (análisis, estudio, examen) para construir la realidad y seríamos constructores activos de la percepción; a veces la información debe aumentar proporcionalmente para poderla retener, examinar, estudiar y analizar.
Hay personas que detectan señales, eliminando la “percepción basura” y dejando la excelente y sobresaliente, luego el cerebro, analiza la información y su significado, a través del proceso de pensar. ¿Qué es pues la información? Procesar símbolos o representaciones mentales de los objetos del mundo.
El pensamiento consta, pues, de símbolos que representan información sobre el mundo, los objetos que hay en él y la manipulación de esos símbolos. Hay sistemas de símbolos con significado.
El lenguaje es por excelencia una sumatoria y combinación de símbolos, desde las letras hasta el discurso. La expresión “DABALE ARROZ A LA ZORRA EL ABAD”, que puede leerse hacía adelante o hacía atrás, representa una cadena de símbolos que dará el mismo resultado. Existe el ejemplo “Resurrexit, non est hic” = “resucitó, no está aquí”. “Resurrexit non, est hic” = “No resucito, esta aquí”. En este ejemplo un símbolo colocado distintamente en la misma frase da resultados opuestos. ¿A qué reduce esto? Primero a la percepción; segundo a la comprensión y representación del asunto y tercero a la implementación de las operaciones o actividades mentales, las cuales implican primordialmente la resolución de problemas y el razonamiento verbal.
A través de este proceso de pensar, obtenemos los pensamientos que representan las imágenes, las consideraciones y andar mentalmente por diversos lugares y partes o reflexionar sobre todos estos aspectos, y si los pensamientos están bien estructurados sobre determinada materia, podemos ser innovadores y creativos e inventar alguna cosa. Como vemos y observamos el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.
A imagen significa imaginación y esto es la cualidad más divina que el hombre posee. Debido a esto Albert Einstein sentenció. “La imaginación es más importante que el saber”. Las imágenes son concebidas única y exclusivamente en la imaginación. Es el centro y fuente del poder creativo, es lo que da dominio sobre la tierra.
El hombre por lo general no se da cuenta de esta circunstancia, porque casi siempre esta cargado de sueño y es tratado como muerto. “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”. Pero el hombre debe despertar y estar consciente de que somos la suma de los pensamientos diarios, es decir más de cincuenta mil pensamientos al día, pero debemos estar atentos, tener memoria sensorial, a corto y largo plazo y comprensión para entenderlo.
Debemos desechar los pensamientos negativos que nos harán un hombre desigual y guardar en el campo de la conciencia los pensamientos positivos que nos hagan inspirar, tener iniciativa, innovación, creatividad, inferencia, inducción, deducción, capacidad y organización. Hacer el hombre que entiende, que comprende, que vive en planos superiores de la humanidad; que no tiene velos en la cara que le nublen la vista, ni algodones en los oídos que lo hagan sordo, tapones en la nariz que lo hagan insensible a los aromas y olores, ni quemaduras en las manos que no le permitan ejercer el tacto y que pueda comer cuanto exista comestible para que le funcione a perfección el gusto.
Si entendemos que a cada instante tenemos una percepción, la cual comprendemos y representamos y luego implementamos las operaciones convenientes o actividades mentales necesarias llegaremos a la conclusión que somos la sumatoria de los pensamientos diarios, que a veces se reflejan en nuestros sueños, porque a esa sumatoria se agrega el cerebro, que cerebro nunca duerme.
EL ROSTRO DE LA IMAGEN
La cirugía estética puede mejorar el rostro de cualquier persona mediante una intervención. La persona intervenida mira su rostro al espejo y si la operación quedó hecha conforme a sus instrucciones, piensa que está bien y se siente mejor.
Sin embargo hay otros, que a pesar de todas estas actividades de la mano del cirujano plástico, creen que han empeorado y sostienen que es necesaria una segunda intervención para insistir en el mejoramiento. Nuestra auto-imagen también tiene su rostro.
Si alteramos esa imagen, podemos alterar nuestra personalidad y el comportamiento positivo o negativo; así la auto-imagen puede poner límites al logro y quedamos rezagados o avanzar hasta medidas inconmensurables. Se pueden eliminar cicatrices emocionales, transformar una crisis en oportunidad, adquirir el hábito de la felicidad y hacer creatividad en la adversidad.
Este tema del rostro de la imagen tiene que ver con la presentación personal, en el sentido de andar bien arreglados, aseados, afeitados, zapatos limpios, utilizar un vocabulario acorde con el honor de nuestra personalidad, no andar ni presentarnos con máscaras para no tener que quitárnoslas y cuando haya mal tiempo poner buena cara.
Debemos recordar las enseñanzas de la higiene en cuanto a prácticas de salud y las normas de cortesía respecto al saludo. Saber que debemos respeto a los demás y consideración, pero también a nosotros mismos, tiene que ver mucho con la autoestima, con los estados de ánimo, con las situaciones en que estamos involucrados, con el grado de satisfacción en cuanto a logros y comportamientos.
No actuar con egocentrismo, narcisismo ni orgullo. No perdernos de brújula y actuar de la mejor manera posible conservando la imagen dentro de un clima de paz y tranquilidad. Procurar combatir el estrés, la incredulidad, el desánimo, la humillación y las dificultades que son problemas de autoestima. Procurar ascender y no descender; salir del fondo y llegar a la cima con confianza y credibilidad, eliminando conflictos emocionales y presentar el rostro de nuestra imagen tal cual somos.
Se puede comparar el rostro de nuestra imagen con un buen cuadro de pintura. Generalmente el pintor hace centenares de pinceladas para plasmar el cuadro y basta una sola pincelada mal trazada para que el cuadro se desfigure. Así es el rostro de la imagen, lo hemos hecho durante muchas horas de cuidado físico y moral, pero basta una tontedad en nuestro camino para que se tuerza el rumbo, un arrebato violento de ira, un exceso en las bebidas alcohólicas, o cualquier acto inmoral puede mancillar una buena reputación. Porque si vital es adquirir un buen nombre, también lo es trabajar o hacer algo para salvaguardarlo.
Cuando el hombre tuerce el camino y va en varias direcciones, al no tener camino, ruta ni rumbo fijo, se vuelve una maraña y lo más probable es que caiga en desdicha de su nombre y reputación, lo cual cuesta para recogerlos.
El rostro de nuestra imagen hay que verla en el interior, en lo más profundo del corazón. Allí fue colocada la divinidad porque el hombre no sería capaz de encontrarla, como si podría hacerlo en lo más alto de las montañas heladas o en el fondo del mar.
La vista del hombre no va hacía dentro a mirar la viga en su ojo, sino hacía el exterior a ver la paja en el ojo ajeno. Ejercitar vernos hacía dentro y nunca hacia fuera para no juzgar es cuestión moderna para aprender a conocer, a saber, a ser para interpretar mejor el mundo y a convivir para poder vivir todos juntos. Conocer el rostro de la imagen y mejorarla como si le estuviéramos haciendo una cirugía plástica; saber que podemos hacerlo comenzando una y otra vez porque nunca es tarde cuando la dicha llega, buscando los mejores artificios que son las herramientas, destrezas y habilidades que nos permitan pasar del estado presente al estado deseado y tener voluntad para ello.
Ser para interpretar mejor el mundo antiguo, el viejo mundo, el nuevo mundo, este mundo y el otro mundo, diferenciándolos perfectamente en cada una de sus dimensiones, así abriremos la mente a los cuatro vientos; e igualmente aprender a vivir para podernos soportar los unos a los otros ya que la población está aumentando, y de tanta gente, no se les ocurre otra cosa sino estar inventando condiciones para retrotraer situaciones del pasado en el cual entran guerra, el delito y el malestar.
Debemos conseguir el rostro de nuestra imagen sin impulsores tales como, se perfecto, compláceme, sé fuerte, trata más, apúrate; si no con calma, sosiego, paz, tranquilidad, paso a paso con seguridad, limpiando la imagen y al nombre porque fuimos creados con libre albedrío y con honor; no tenemos porqué tener cara de hereje o de juez, ni cara con dos haces, ni cara de perro, ni cara de pocos amigos; es preferible tener la cara en alto, lavar la cara y llegar a decir “Vuelvan caras” como el llanero para derrotar al enemigo en batalla donde el regreso de los que huían sorprendió a los contrarios, derrotándolos en los linderos de la contienda, así podremos adoptar la figura que queremos, porque el alma nos permite llegar a formas más elevadas.
AREAS DE POSIBILIDAD
Podemos hacer o no hacer una cosa, por medios adecuados a conseguir un fin determinado, en cualquier lugar o tiempo y en todas las actividades que la vida nos da. A veces se trata de asuntos sencillos, pero en otras oportunidades puede ser ardua y dificultosa y en cuanto a los medios, también cambian con la materia tratada, discutida o manipulada.
Si queremos tomar elementos directamente de la naturaleza, se hará en forma natural y llamaremos a los productos obtenidos naturifactos, la arena, la piedra, la madera son naturifactos. Si hacemos una pieza para una máquina ya será un producto constructo. El motor de un vehículo es un producto constructo, pero si unimos varias piezas constructas, obtendremos un tecnema; un avión, un televisor, una nevera, una computadora son tecnemos.
Ya hemos visto tres posibilidades que se le abren al hombre actual para desarrollar su actividad y entendimiento, naturaleza, construcción, tecnisimo; sin embargo las posibilidades son infinitas y depende mucho de la mentalidad de la persona. Pudiéramos ver las posibilidades desde el punto de vista de la realización (siembra-pesca-fábrica) del control y de la funcionabilidad.
Si todo lo que obtenemos o hacemos, funciona y permite control, el resultado es bueno, aunque no sea perfecto. Así seguimos con las áreas de posibilidad en el trabajo, en el estudio, en el arte, en las comunidades que pueden ser civiles, militares, cooperativas, políticas, religiosas, mercantiles (empresas) y hasta la comunidad del matrimonio, mediante la cual se constituye una familia.
La persona que manifiesta que no encuentra trabajo, que no tiene nada que hacer, no analiza las posibilidades que tiene en cualquiera de las áreas de funcionamiento, de las cosas mismas o de los procedimientos.
Llegó un momento en Venezuela, que se estableció la ruta de la empanada porque todas las personas desempleadas vendían empanadas a la puerta de su casa, lo cual no estaba mal, pero al ser tan repetitiva la ocupación, la oferta superó la demanda y el negocio quedó para muy poca gente.
Es bueno comenzar por subir de actividad a partir de la ruta de la empanada; tal sería utilizar la posibilidad de aprender a cocinar para montar un restaurante; hacer comida china, mexicana, criolla etc., afina el pensamiento en una actividad lucrativa, comprar los utensilios y guardarlos para cuando llegue el momento de abrir el negocio.
Abierto un negocio de cualquier tipo, es necesario intercambiar conceptos, partes y componentes, compras, abastecimientos, procedimientos, higiene, seguridad, ergonomía (ambientarse con las máquinas) orden, horarios y en fin poner la diligencia que tiene todo buen padre de familia, para que las cosas vayan bien.
Otro aspecto de posibilidad es utilizar los mecanismos para seleccionar las tecnologías nacionales a formar, lo cual nos capacitará en conocer los últimos máximos y óptimos adelantos de la ciencia y de la técnica y nos permitirá ahorrar espacio y tiempo con velocidad.
Proveernos de instrumentos necesarios para lograr un mejor control de calidad; orientar técnicamente a los auxiliares (empleados y obreros) en cuanto a postniveles procedimentales y de calidad; proteger a los consumidores y cuidarlos, atendiéndolos lo mejor posible porque de ellos vamos a vivir; reunirse con colegas del mismo oficio a fin de conocer algunos aspectos que no vemos, sin soltar secretos de industria y sin pedirlos tampoco.
Hemos subido del área de posibilidad de la empanada a un negocio rentable hecho con esfuerzo y mentalidad. Así pudiéramos decir lo mismo de toda actividad humana.
En cuanto al estudio, facilita a muchos entrar en la universidad, obtener una carrera y especializarse o asistir a cursos de actualización profesional, porque quien no estudia constantemente cada día será a su vez menos profesional, menos técnico, menos capacitado y podrá pasarle por encima el carro de la historia y colocarlo a la cola de los demás profesionales.
Además la universidad es uno de los artificios mentales inventados por el hombre que ofrece múltiples áreas de posibilidad (médico, abogado, ingeniero, odontólogo, farmacéutico, arquitecto, politólogo, internacionalista, periodista, etc, etc.).
El deporte es un área de posibilidad que ha dado grandes figuras (baseball, football, boxeo, esgrima, atletismo, natación y hasta nado sincronizado etc.).
La asociación con otras personas, nos ayuda a realizar el trabajo en forma mas acertada, ya que está llegando el momento en que solos, no podemos ejecutar acciones, al menos en algunos campos. Lo difícil es conseguir personas aptas y concientes para ello, por ejemplo las compañías mercantiles que ganan dividendos, repartirlos a los socios; las cooperativas que son empresas de trabajo y no de capital y así con todas las asociaciones de cualquier tipo y tamaño.
ENTRETENIMIENTO E INSPIRACION
Cuando participamos en reuniones sociales, que sean de nuestro agrado, estamos compartiendo con las amistades y notamos que el tiempo transcurre rápidamente; cuando arreglamos las goteras de la casa para que no llueva más adentro que afuera; cuando limpiamos el jardín entresacando el abrojo y quitando la perjudicialidad a los sembrados; cuando escribimos una carta contando a un familiar o a un amigo nuestras penurias o alegrías; cuando leemos un libro de novela, de ensayo, de cuentos, de ciencia ficción y recordamos a Cervantes, Tolstoi, a Shakespeare, Gallegos, García Márquez, Puskin, Rubén Darío, Andrés Eloy Blanco, Lin Yu Tan, Azorin, Marcel Proust, Homero, Virgilio, Fiodor Dostoyesky, William Faulkner, Thomas Mann, Ernesto Hemingway, Rabindranath Tagore, Vargas Llosa, Amado Nervo, Jorge Amado y tantos que han escrito pequeñas, medianas y grandes cosas; cuando leemos, interpretamos y escudriñamos el antiguo y el nuevo testamento; cuando practicamos deporte jugando baseball o Football, atletismo, natación etc.
Cuando nos trasladamos de un lugar a otro por cualquier medio de locomoción a los fines de distracción o por higiene mental; cuando caminamos una hora en el parque; cuando hablamos por teléfono para saber de los seres queridos; cuando vamos a una fiesta de matrimonio, de bautizo, de cumpleaños, cuando estamos de vacaciones o libres; cuando dormimos normalmente con lo ancho que nos da la cobija; cuando jugamos cartas, dominó, canasta, damas chinas, triquecho, zorro y gallinas; cuando cantamos de alegría o tocamos algún instrumento, nos estamos entreteniendo para hacer menos molestas las cosas y hacerlas llevaderas.
Es lo que se llama recrear el ánimo para no estar desanimados. El desánimo es el peor de los sentimientos del hombre, porque por él entran todos los vicios a la mente humana, colocándose placidamente en su forma de pensar y luego en el conglomerado social ya que es altamente contagioso. Viene a ser el entretenimiento una dosis efectiva para recrear el ánimo y levantar la persona de cualquier molestia, cansancio, aburrimiento o simplemente de vacío existencial.
El entretenimiento, la diversión, el desahogo, el esparcimiento, el espectáculo, el circo, el cine, el teatro, el festín, el sarao, la velada, el banquete, la tauromaquia, la verbena y en general, todo tipo de recreación, son antídotos necesarios para ayudar a la búsqueda de la satisfacción y la felicidad. Para sentirnos seguros y a gusto con nuestra vida.
Además combaten la desesperación, la incredulidad, la humillación, las dificultades y nos permiten conseguirnos a nosotros mismos. Nos preparan, por otra parte, para realizar buenas obras y trabajo arduo y así estaremos oxigenados y fuertes, con un pensamiento efectivo y liviano para cualquier actividad.
El esparcimiento sano nos inspira positivamente para no caer en los males modernos, especialmente cuatro que parecieran ser los cuatros jinetes del Apocalipsis, pero como no lo son al menos se parecen. La prostitución que ha sido llamada el oficio mas antiguo del mundo; el alcoholismo, que es una enfermedad incurable pero retenible; la drogadicción que parece ser una bestia y no jinete; y el vandalismo con todas sus ramificaciones largos como tentáculos y que no escoge sitio, lugar o terreno, porque está sobre toda la tierra, como una amenaza y gran dificultad para el género humano.
Por eso existen los parques de diversión con carritos chocones, dulces, bombones, colores, payasos, trenes, montañas mágicas, montañas rusas que a veces son también americanas, españolas, francesas etc, el circo Du Soleil; el alpinismo, la conquista del Himalaya, la carrera de caballos, de perros y hasta de lombrices.
Sólo cuando estamos entretenidos, descansamos en reposo, en calma, holganza, sosiego y paz, podemos lanzar la red para pescar la inspiración, la curiosidad, la iniciativa, la innovación y la creatividad. Señala el evangelio que nadie en el apuro y en el cansancio podrá agregar un codo a su estatura.
Los grandes inspirados como Rama, Krishna, Hermes, Moisés, Orfeo, Pitágoras, Platón, Jesús, Zoroastro y Buda pasaron de la inspiración a la iniciación porque percibieron con claridad y perfectibilidad el don de la palabra y el orden interplanetario y fueron seres excepcionales cumpliendo exactamente con las estrofas que cantaba el poeta Védico hace muchos siglos, delante de un altar, donde se quemaban hojas secas: “El cielo es mi Padre, él me ha engendrado; tengo por familia todo este acompañamiento celeste. Mi Madre es la gran tierra, la parte más alta de su superficie es su matriz; allí el Padre fecunda el seno de aquella, que es su esposa y su hija”.
LA SIMULACION Y LA VERDAD
La astucia y la servilidad forman parte de la simulación, por lo tanto los astutos y los serviles son simuladores.
Los astutos son hábiles para engañar y evitar el engaño y logran artificiosamente cualquier fin que se propongan; y la servilidad es el rastrerismo que obra con servilismo, es decir, con ciega y baja adhesión a otra persona. Los fumistas que son puro humo, pura bullanga, son bullarangueros; los refractarios rehúsan cumplir las promesas u obligaciones; algunos psicópatas que padecen enfermedades mentales y los sugestionados (súcubo) que se dejan dominar en la voluntad por otra persona (incubo) constituyen la militancia en gran parte de la simulación.
Fue Homero quien describió a Ulises, como el arquetipo de los simuladores; luego Shakespare superpuso en Hamlet el alienado criminal; Bacon dedicó en sus ensayos varias páginas para declarar la utilidad de la simulación; Darwin y Malthus expusieron los conceptos de “lucha por la vida” y “lucha por la existencia” para justificar la simulación o mejor dicho la actividad simulada. Si leemos con cuidado estos autores, encontramos que los medios para conseguir las cosas, a través de los tiempos, han sido en primer lugar los medios violentos y en segundo lugar los medios fraudulentos.
Cuando el hombre no puede enfrentarse a las situaciones dadas en la vida, entonces realiza actividades fraudulentas, es decir, simula para seguir viviendo. Una encuesta de un periódico hace muchos años, encontró que el venezolano tiene como principal característica “ser vivo” lo que significa ser gran simulador.
Sin embargo, los individuos superiores dominan el entorno (otras personas y ambiente), sin someterse a la simulación, al fraude, al engaño, al disimulo, a la estratagema ni a ninguna de las variedades de la doblez. Cuando se finge dando a entender lo que no es cierto; imitando cosas y aparentando dar a entender lo que no existe, o no hay, se está entrando en la simulación, porque se quiere hacer aparecer como real, algo que no lo es.
Se puede simular una enfermedad y hasta la riqueza. Hubo una empresa que enseñaba que cuando una persona fuera a comprar algo, siempre debía llevar un billete de alta denominación para confundir. Pero esto entra en los fumistas, porque a las primeras de cambio, aparece la verdad. Como parte o divisiones estratégicas de la simulación aparecen la falsedad, la ficción, la hipocresía, la comedia, la farsa, el disfraz de caperucita o de la abuelita y muchos más. El cuento de la caperucita roja está formado por elementos simuladores, hasta que llega la frase principal que es “para comerte mejor”.
En los siete ayes del evangelio en contra de los fariseos se establecen dictámenes por la simulación farisaica; en las mil y una noches se hacen cuentos fabulosos basados en actividades simuladoras y la guerra fría entre la URSS y EEUU fue una secuencia de actos simulados. Quien arrastraba los cueros en los llanos venezolanos, para hacer notar que había mucha tropa, fue un gran simulador y el camaleón, cambia de color, representando uno de los ases de la simulación en el reino animal.
Nada tenemos que decir de los camaleones de dos patas que fueron blancos o verdes y ahora son rojos, porque esta actividad es la reina de la simulación a través de los personajes que nombramos al principio, ya que tuvieron una primera intención, una segunda y hasta una tercera; pero esto viene por el arte de lo posible y no por el arte de la certeza, ni por ignorancia, ni por error, ni por duda, ni posibilidad.
Contra las actividades simuladoras se ha legislado en los diversos países, aplicando leyes contra vagos y maleantes, ampliando las penas contra el fraude, la estafa y la calidad simulada. Las instituciones evolucionan y a medida que los pueblos se han civilizado, las pesquisas se modifican y se aceleran para descubrir todo tipo de disimulo, cautela o doblez y los medios empleados en esas investigaciones se transforman.
El carbono catorce permite determinar el tiempo de las cosas y el Evangelio de Judas, al parecer no pasó la prueba. Igual sucedió cuando a través del ADN se logró establecer que quien se hacía pasar por una princesa hija del zar Ruso, muerto por los revolucionarios, no era tal, ya que había aprovechado la leyenda de que una de ellas se había escapado de la muerte. Los hackers aparecieron para meterse en la red, especialmente de cajeros y bancos, encuestas y dineros ajenos, pero se les ha descubierto, porque si ellos utilizan la tecnología para cometer sus fechorías, el seguimiento de la misma tecnología ha colaborado en señalarlos, con resultados no contradictorios, mediante el método del rastreo de sus actividades.
Por otra parte la organización económica ha elevado la capacidad productiva de los pueblos y sus negocios se respaldan con el ahorro de espacio y tiempo con velocidad de la informática, lo que ha llevado a la globalización y basta un minuto para estar conectados con Japón y Canadá desde cualquier ciudad, con tal de tener instaladas las redes de Internet.
La guerra misma ha sido sustituida poco a poco por la guerra del mercado, la económica, que se ha llamado guerra del oro, guerra del petróleo o guerra de los estupefacientes. Ya la población actual piensa, que las luchas fratricidas existentes, son contradictorias con la misma civilización y como lo hemos dicho en otra oportunidad, las negociaciones y la verdad están comenzando a ser artificio de primera, pues han nacido para vivir y poder convivir todos juntos, a esto ayuda como hemos apuntado el ADN, la globalización, Internet, el carbono 14, el celular, el pendrive y las técnicas de informática, sistémica, robótica y genética, que tocan a la puerta revolucionando el pensar y conciencia de la humanidad.
Así la verdad será una verdad de conciencia y se podrá cumplir con la palabra profética: “Amarás a tu prójimo, como a ti mismo”.