
The Over-Soul (El Alma Eterna)
Vivimos en sucesión, en división, en partes, en partículas. Mientras, en el interior del hombre está el alma del todo; el sabio silencio, la belleza universal, a la que cada parte y partícula están equitativamente relacionadas; lo Eterno.
Este poder hondo en que existimos y cuya bienaventuranza es totalmente accesible para nosotros,
no es sólo auto-suficiente y perfecto en cada hora, sino que el mero acto de ver y la cosa vista, el vidente y el espectáculo, el tema y el objeto, son uno sólo. Vemos el mundo pieza por pieza, como
el sol, la luna, el animal, el árbol; pero el Todo, del que éstas son las partes resaltantes, es el alma.
Somos más sabios de lo que creemos. Si no obstruimos nuestras ideas, sino que actuamos completamente en ellas, o viéramos cómo está Dios en cada cosa, conoceremos la cosa especial, y cada cosa, y cada hombre. Porque el Fabricante de todas las cosas y todas las personas están detrás
de nosotros y empañan su omnisciencia de temor las cosas a través de nosotros.
Hay una diferencia entre una y otra hora de la vida en su autoridad y su efecto subsiguiente. Nuestra
fe llega por momentos; nuestros vicios son habituales. Todavía hay una profundidad en esos breves momentos que nos restringe a que les atribuyamos más realidad que a todas nuestras otras experiencias.
Gran parte de la sabiduría del mundo no es sabiduría, y la clase más intelectual de hombres es indudablemente superior a la fama literaria, y no son escritores.
Entre la multitud de eruditos y escritores, no sentimos ninguna presencia de santidad; somos
conscientes del don y la destreza más que de de la inspiración; ellos tienen una luz que no saben de dónde viene y la llaman ellos mismos; su talento es alguna facultad exagerada, un miembro
abandonado, por lo que su fuerza es una enfermedad. En estos ejemplos, los dones intelectuales no dan la impresión de virtud, sino casi de un vicio; y sentimos que los talentos de un hombre están en
el camino de su progreso hacia la verdad.
Es inefable la unión del Hombre y Dios en cada acto del alma. La persona más simple, que en su
integridad venera a Dios, se hace Dios, No hace ninguna diferencia si el llamamiento es para muchos o para uno. La fe que se apoya en la
autoridad no es fe. La dependencia en la autoridad mide el declive de la religión, la retirada del alma.
Contempladme, les digo, he nacido en lo grande, en la mente universal. Yo, el imperfecto, adoro mí propia perfección. Estoy de algún modo abierto al gran alma, y así miro desde lo alto el sol y las estrellas y siento que ellos sean los accidentes justos y los efectos que cambian y pasan. Más y más las oleadas de la naturaleza eterna entran en mí, y me pongo público y humano en mis saludos y acciones. Así que vengo para vivir en las ideas y actuar con las energías, que son inmortales.
Ralph Waldo Emerson
La diferencia entre la vida y la
Muerte, entre estar vivo en esta tierra y estar muerto, es que estando vivo y aquí mismo usted tiene cerca a Dios ( Espíritu Santo) y teniendo usted cuerpo y alma aquí mismo, usted decide – decidirá aquí mismo en seguir tendiendo cerca a Dios o no, a futuro cuando ya no esté vivo,
El Alma nunca muere pero dependiendo de cómo usted se comporte o de las cosas que decida aquí mismo usted entonces decidirá si seguirá cerca de Dios o no a futuro cuando ya no esté vivo, y Dios te da la libertad para que tu mismo escojas tu propio camino, pero Dios te da las herramientas necesarias y por Amor para siempre tratar de mantenerte cerca de El aquí y a futuro, cuando tú y yo no estemos aquí.
Seremos juzgados en el juicio final no por nuestros honores, por nuestros reconocimientos, por todo lo que estudiamos y lo que nos graduamos, o por todo nuestros bienes y dinero, seremos juzgados por el Amor que dimos o no aquí en esta tierra, seremos juzgados por el Amor que dimos o no en Vida, en esta vida y en la vida misma.
Reflexiónes propias Marcel Arellano