“Que todo se haga con Orden y Decoro”
Corintios 1, 14, 40
“Decoro a ser observado: el pintor debe observar el decoro apropiado: esto es, lo apropiado del acto, vestuario, lugar y espectadores, sobre la dignidad o maldad de lo representado; para que un rey tenga una barba, un gesto y la vestimenta adecuada, debe ser decorado y los espectadores con reverencia y admiración, y con trajes apropiados para la seriedad de una corte real. Por el contrario, las personas de clase baja deben estar sin ningún adorno, así como los espectadores, cuyas acciones también deben ser, en consecuencia, bajas y para todos los miembros de esa composición. La actitud de un anciano no debería ser como un hombre joven, ni siquiera una mujer igual a un hombre, ni de esto a un niño “.
Leonardo Da Vinci
“El Liderazgo Efectivo es lo primero. La gestión efectiva es disciplina primero, y llevar a cabo las cosas”
Stephen Covey
“Con integridad, no tienes nada que temer, ya que no tienes nada que esconder. Con integridad, harás lo correcto, y no tendrás ninguna culpa”
Zig Ziglar
“Fuera el desorden y encuentre la simplicidad”
Albert Einstein
“Siempre apunte a la completa armonía de pensamiento, palabra y acción. Siempre apunte a purificar tus pensamientos y todo estará bien “
Mahatma Gandhi
El Orden y la Armonía
EL Orden y la Armonía desde el punto de vista de valores son dos de los principios de estética y atributos de Belleza; el Orden se refiere a colocar las cosas con respectiva lógica y la Armonía se refiere a que esas cosas entre si deben tener equilibrio de proporciones.
La palabra orden tiene varios significados. En primer lugar orden puede referirse a colocar cada cosa en su lugar, de acuerdo a una estructura lógica. Presupone la existencia de más de una cosa pues siempre algo estará ordenado con respecto a otro algo. Pero no cualquier relación entre cosas constituye un orden, debe poder explicarse por qué una cosa está en ese sitio. Así podemos explicarla diciendo que está adelante de otra por su tamaño, o por la letra de su nombre, que precede a la otra en el abecedario o por su importancia o por su estética, o porque la usamos con más asiduidad.
Al estudiar la Creatividad, Innovación y Creación de cualquier ente, arte o cosa encontramos los Principios de Estética y Atributos de belleza que se refiere a que cualquier trabajo o entidad que se va a realizar o se va a crear, los mismos deben tener todos, o algunos de ellos atributos de Belleza: pureza, proporción, simplicidad, claridad, simetría y perfección, regularidad, uniformidad, medida, armonía y orden. Con el fin de que el trabajo realizado o creado cumpla con los objetivos de Calidad y Excelencia, sea apreciado por un nicho de mercado o por la sociedad.
Estas Cualidades de Belleza son:
-Pureza (Cualidad que se refiere a estar puro, Correcto, Exacto);
-Proporción (se refiere a igualdad de dos razones, correspondencia debida a las partes con el todo);
-Sencillez (referido a que no tiene artificio o composición, carece de ostentación y adorno);
-Claridad (es inteligible, fácil de entender, transparente y fluida; evidente; distinción con la que percibimos las ideas);
-Simetría (se refiere a la correspondencia exacta de todas las partes con respecto a su núcleo);
-Perfección (Gran Ideal o Éxito Final, Mayor Logro);
-Regularidad (variaciones constantes con respecto a su promedio);
-Uniformidad (se refiere a solo una forma, Definido, Mismo, Similar);
-Medida (Estandarización de una magnitud física);
-Armonía (se refiere a tener Equilibrio de proporciones: de las partes como un todo);
-Orden (se refiere a colocar cada cosa en su lugar, de acuerdo a una estructura lógica)
El término armonía deriva del griego ἁρμονία harmonia, que significa: unión, acuerdo, concordia, que encajan y se unen.
En el pasado, la armonía a menudo se refería a todo el campo de la música, mientras que la música se refería a las artes en general. En la Antigua Grecia, el término definía la combinación de elementos contrastados: una nota más alta y más baja. Sin embargo, no está claro si el sonido simultáneo de notas era parte de la práctica musical griega antigua; harmonía puede haber proporcionado simplemente un sistema de clasificación de las relaciones entre diferentes tonos. En la Edad Media el término se utilizó para describir dos tonos que suenan en combinación, y en el Renacimiento el concepto se amplió para denotar tres tonos que suenan juntos .
En música, la armonía considera el proceso por el cual la composición de los sonidos individuales, o superposiciones de sonidos, se analiza por el oído. Por lo general, esto significa frecuencias, tonos (tonos, notas) o acordes que ocurren simultáneamente.
El estudio de la armonía implica acordes y su construcción y progresiones de acordes y los principios de conexión que los gobiernan.
El contrapunto, que se refiere a la relación entre líneas melódicas, y la polifonía, que se refiere al sonido simultáneo de voces independientes separadas, a veces se distinguen de la armonía.
La Disciplina
Supongamos que sabemos qué es el crecimiento personal, imaginemos igualmente que hemos crecido personalmente porque aprendimos a cambiar la manera de resolver nuestros problemas, almacenar información, sabemos contar historias, podemos interpretar el mundo y pensamos más en nosotros mismos y en nuestros semejantes; ¿bastará con saber estas cosas que constituyen el fondo del propio crecimiento, o al menos algunas de las formas para ello, o será necesario conocer también el procedimiento para llegar hasta allí? Si es que no hemos llegado todavía. Pues bien, la primera de las técnicas para conseguir cualquier asunto en la vida incluido el crecimiento personal es la disciplina.
Se requiere el autodominio para tener disciplina, es decir, añadamos a la fe la fuerza, a la fuerza el conocimiento, al conocimiento la moderación, a la moderación la constancia, a la constancia la piedad, a la piedad el amor fraternal, y al amor fraternal la caridad; si todas estas riquezas se hallan y acrecientan en ustedes, además de no ser inútiles y estériles, alcanzarán el conocimiento de Cristo (2 Pedro 1, 69). A todos nos gusta este pasaje porque concluye con la Ciencia de Dios que es la caridad.
La disciplina no es una fábula ni una teoría inventada, es la instrucción o enseñanza moral que debemos practicar, utilizar, tener y aplicar a todas las cosas de nuestra vida, para llegar a la paz interna que es el crecimiento personal. Si hablamos de orden como elemento integrador de la disciplina, por una interpretación en contrario, el desorden sería la antítesis de la disciplina.
Veamos: La cama sin tender, no nos afeitamos, no arreglamos la casa, llegamos tarde o no llegamos al cumplimiento de nuestros compromisos.
A propósito de la disciplina hemos conocido la historia de un hombre disciplinado que fue contratado como obrero en una fabrica determinada, este individuo llegaba antes de abrir la fábrica y esperaba pacientemente que abrieran la puerta para entrar a trabajar, en la tarde se quedaba algunos minutos más arreglando cuestiones de la empresa, cuando salía de la fábrica todo estaba solo, pues sus compañeros se habían ido. Al cabo de un tiempo la directiva empresarial ordenó un seguimiento a dicho obrero a fin de determinar por qué llegaba tan temprano y se iba tan tarde, cosa que era poco usual, a menos que el obrero fuera un espía y estuviera buscando los secretos industriales y vendiéndolos a un tercero. Los directivos de la empresa estaban intrigados por este comportamiento. El obrero fue seguido religiosamente durante dos meses y todas sus actividades estaban dentro de lo normal, no había indicios ni pruebas de espionaje alguno, así que fue llamado a la presidencia y le preguntaron el por qué de su conducta. La pregunta directa fue ésta: ¿por qué usted llega de primero a esta empresa y se va de último? La respuesta fue la siguiente: Llego temprano porque en primer lugar quiero conservar el trabajo, y en segundo lugar considero que si la empresa me sostiene con el salario que gano no tengo ninguna razón para llegar tarde, y salgo de último porque aprendí disciplina y quiero dejar todo arreglado ya que el desorden me molesta y si ordeno algunas cosas que quedan desarregladas la empresa podrá crecer y mejorarme algún día el salario. La segunda pregunta fue: ¿Cree usted que le hemos estado siguiendo durante los últimos meses?, a lo que el empleado respondió con incredulidad. La tercera pregunta fue: ¿Quiere usted ser el jefe de personal de esta empresa con un salario cinco veces mayor al que recibe actualmente? El empleado se mostró sorprendido y muy complacido aceptó el cargo que le ofrecían.
Este hombre del que estamos hablando estuvo diecisiete años como jefe de personal, tiempo durante el cual la empresa funcionó a perfección en el manejo del capital humano, que sobrepasaba a los cien obreros y una gran cantidad de empleados, las nóminas estuvieron siempre a tiempo y no hubo quejas en contra del departamento a su cargo en aquel conglomerado.
El milagro de la disciplina había dado sus frutos, cuentan que al cumplir diecisiete años en la empresa fue llamado por la directiva de la empresa y le manifestaron que estaba despedido, que debía pasar por Caja a buscar su cheque de liquidación, pero sorprendentemente le ofrecieron la oportunidad de retirarse o entregar el dinero a la empresa para ser socio de la misma. Hizo lo segundo y formó por mucho tiempo parte de la compañía, como accionista y directivo.
La Integridad
Una de las acepciones de la palabra integridad consiste en tener la calidad de íntegro, y esta palabra significa recto, probo, intachable. En las clases populares y religiosas se habla de recto y rectitud, en las científicas y filosóficas se habla de probo y probidad.
Se dice a los alumnos en las escuelas que deben andar con rectitud, igualmente en nuestras casas se nos recuerda a cada momento que debemos ser rectos. Cuando una persona realiza actividades científicas o especulativas en el pensamiento, se dice que actúa con probidad.
En consecuencia la rectitud, la probidad y la intachabilidad componen o forman en un todo la integridad, vendría pues a ser la integridad el conjunto, la suma, la plenitud de pensamientos, palabras y obras. ¿No hemos oído, en ocasiones, cuando se refieren a una persona como un “individuo a carta cabal”? Sin embargo siempre existe la posibilidad de que este sujeto cometa algún error, por esta razón es tan difícil actuar con integridad, ya que esta actitud es muy parecida al crecimiento de los niños y adolescentes, que andan tres pasos de frente y uno de lado o hacia atrás.
Para actuar con pureza, entereza e incorruptibilidad necesitamos una preparación mental integral y calificada, actuar sin mentiras, divisiones, parcialidades e incumplimientos, primeramente respecto a nosotros mismos y luego frente a los demás.
El homicidio, robo, irrespeto, la estafa y la infidelidad, son actos que carecen de rectitud, según lo señalan las leyes Divinas y humanas. Una falta de integridad la constituye el chisme, esta actividad nos hace soltar la lengua y perder el dominio sobra las palabras disparadas; cuidémonos especialmente de comentar o prestar atención a los chismes, ya que por esta vía estaremos llevándonos a la corrupción mental y pueden surgir el odio, la envidia, la venganza y cuantas pasiones pueda haber. Practiquemos la fe, la esperanza y la caridad para librarnos del chisme y así evitar indisponernos contra alguien o caer en murmuraciones.
Ser buen hijo, buen esposo, buen ciudadano es una enseñanza que las madres predican a sus hijos hasta la saciedad. Dos virtudes aparejadas que nos dan integridad son la fortaleza y la paciencia, la primera es la capacidad de tolerar la frustración.
El hurto, el robo, el atraco viene acompañado por la inexistencia de la fortaleza, pues se requiere satisfacer las necesidades propias de la vida y las pasiones con los bienes de los demás, muchas veces se cae en estas actividades al no poder tolerar las frustraciones que suelen originar la pobreza, la falta de trabajo o la incomodidad, aunadas estas circunstancias al hecho de que no se pueda esperar una mejor oportunidad, se actúa de inmediato y aparece la conducta injusta e ilegal. Por esa vía se encuentran la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución y el vandalismo, expresiones muy propias de la falta de integridad, no ya de las personas en particular sino de las propias naciones en general.
En cuanto al vandalismo, es la expresión de muchas cosas juntas, tales como el agavillamiento, las bandas delincuenciales, las organizaciones de cuello blanco y todas las formas secretas de la mafia. Capitulo aparte lo constituye el terrorismo que es una forma de venganza por razones de tipo político, del cual han sido víctimas muchos países.
Tú y yo somos libres de actuar como mejor nos parezca, somos portadores del libre albedrío y podemos entrar en el camino de la desintegración, o quedarnos en el camino de la integridad, creciendo con el sosiego que da la paz interior y consiguiendo de esta forma la armonía a nuestro alrededor.
La integridad es una forma ordenada de vida, de respeto hacia nuestra propia persona y respeto igualmente hacia los demás, es no dejarnos llevar por las pasiones ni caer en provocaciones y tentaciones de un caos personal o social, para poder decir de nosotros mismos que somos una persona a carta cabal, que estamos actuando in solidum, hacemos las cosas del todo y por entero, que vamos de la cruz a la fecha, y no somos despreciables a los ojos y oídos de la comunidad donde nos desenvolvemos.
Practiquemos el Orden, la Armonía, la Disciplina y la Integridad en todo lo que hagamos, no seremos perfectos pero la práctica de todo esto nos ayudará a enaltecer lo que hagamos, nuestra tarea, trabajo y profesión.
“Las matemáticas expresan valores que reflejan el cosmos, incluidos el orden, el equilibrio, la armonía, la lógica y la belleza abstracta”.
Deepak Chopra